El agujero azul de Belice: uno de los lugares más impresionantes del planeta

 


Imagina volar sobre las aguas turquesas del mar Caribe y, de pronto, ver un círculo perfecto, de un azul intenso, que parece un ojo gigante en medio del océano. Así es el Agujero Azul de Belice (Great Blue Hole), un misterio natural que fascina a científicos, aventureros y amantes de la naturaleza por igual.

Ubicado a unos 100 kilómetros de la costa de Belice, en el corazón del Lighthouse Reef, este fenómeno geológico es uno de los sitios más icónicos para el buceo en todo el mundo. Su diámetro de aproximadamente 300 metros y su profundidad de más de 120 metros lo convierten en una maravilla natural que incluso se puede ver desde el espacio.

¿Cómo se formó esta maravilla?

El Agujero Azul no siempre estuvo bajo el mar. Según los estudios científicos, comenzó a formarse hace más de 150,000 años durante varias eras glaciales, cuando los niveles del mar eran mucho más bajos que en la actualidad. Se trataba originalmente de un sistema de cuevas de piedra caliza, similar a los cenotes de la península de Yucatán.


A medida que las glaciaciones terminaron y los hielos se derritieron, el nivel del mar subió, inundando las cuevas y provocando el colapso de sus techos, formando así el gigantesco agujero que hoy conocemos.

Un estudio realizado por el explorador y oceanógrafo Jacques Cousteau en 1971 fue clave para dar a conocer el Agujero Azul al mundo. Cousteau llevó su famoso barco Calypso hasta Belice y lo declaró uno de los diez mejores lugares de buceo del planeta. Desde entonces, miles de buceadores de todo el mundo han soñado con sumergirse en sus profundidades.

Misterios que esconde el fondo

En 2018, una expedición científica liderada por Fabien Cousteau (nieto de Jacques Cousteau) y el multimillonario Richard Branson exploró el Agujero Azul usando submarinos modernos. Durante su investigación, mapearon el fondo del agujero en alta resolución y descubrieron varios datos sorprendentes:

Ausencia total de vida en las zonas más profundas, debido a la falta de oxígeno.
Estalactitas gigantes a profundidades de hasta 120 metros, prueba de que el agujero fue, en su día, una cueva seca.

Un extraño "cuerpo" de sedimentos tóxicos de sulfuro de hidrógeno que genera un ambiente mortal para casi cualquier forma de vida.

Estos hallazgos no solo ayudan a entender la historia del Agujero Azul, sino que también ofrecen pistas sobre cómo podrían comportarse los ecosistemas marinos ante el cambio climático.

Vida marina en el Agujero Azul

Aunque las zonas más profundas son inhóspitas, las aguas cercanas a la superficie están llenas de vida. Es común encontrar tiburones de arrecife del Caribe, tiburones nodriza e incluso, si tienes suerte, tiburones martillo. También se pueden ver bancos de peces tropicales, esponjas gigantes y coloridos corales alrededor de los bordes del agujero.

Un patrimonio de la humanidad

El Agujero Azul forma parte del Sistema de Reservas de la Barrera del Arrecife de Belice, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1996. Esta área protegida no solo es vital para la biodiversidad marina, sino que también es un símbolo de la belleza y fragilidad de nuestro planeta.

¿Te animarías a explorarlo?

Ya sea sobrevolándolo en avioneta o buceando en sus aguas cristalinas, el Agujero Azul de Belice es una experiencia única. Más que un simple hoyo en el océano, es un portal hacia la historia geológica de la Tierra y un recordatorio de los misterios que aún nos quedan por descubrir en el fondo del mar.


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